La doctora Guillén presenta el ICC en la I Jornada de Cartílago Articular
El pasado 29 de junio tuvo lugar en Valencia la I Jornada del Cartílago Articular, organizada por el Hospital IMED Valencia (Unidad de Aparato Locomotor). Un día en el que varios profesionales abordaron asuntos como las patologías del cartílago articular; la clasificación de éstas; las lesiones condrales en deportistas; el manejo rehabilitador de las lesiones y un largo etcétera.
Acudieron a la cita la Doctora Isabel Guillén, especialista en Cartílago, Rodilla y jefa de la Unidad de Pie y Tobillo de Clínica CEMTRO y la Doctora Elena Rodríguez, directora técnica de la Unidad de Terapia Celular de Laboratorios Amplicel. Ambas hablaron del implante de condrocitos autólogos para el tratamiento de lesiones de cartílago, cada una, aportando diferentes informaciones al respecto: mientras que la Doctora Guillén se centró en los resultados del ICC y en la medicina regenerativa, la Doctora Rodríguez habló de las terapias celulares para el tratamiento de las lesiones condrales.
La eficacia del ICC en el tratamiento de las lesiones de cartílago
En una de sus ponencias, la Doctora Guillén presentó los beneficios de la técnica ICC mediante los resultados ofrecidos por una tesis doctoral dirigida por ella misma, junto con el Doctor Pedro Guillén y el Doctor J.M López- Alcorocho.
La tesis “Evolución clínica de las lesiones de cartílago de rodilla tratadas con cultivo de condrocitos autólogos con alta densidad celular”, autoría de la Doctora Lucia Áboli Martínez, presentaba un estudio sobre los efectos del ICC en lesiones de rodilla.
Dicha tesis presentaba un estudio realizado a 50 pacientes de entre 18 a 55 años de edad, con una lesión de cartílago en la rodilla, a los cuales se les realizó un implante de condrocitos. La mayoría de las lesiones se encontraban en el cóndilo femoral medial, seguido de la rótula como la segunda estructura más afectada. Según el estudio, el 72% de esos pacientes fueron sometido a intervenciones anteriormente, como microfracturas o mosaicoplastias. La mayoría de ellos contaban con una lesión, pero un 24% habían sufrido dos lesiones y un 2% hasta cuatro.
Además, en el estudio se comprobaba que, tras el implante de cartílago de rodilla, el dolor en los pacientes remitía, al igual que el derrame articular. A los seis meses, el derrame ocasional presentado por algunos pacientes ya había disminuido casi 6 puntos (eran aquellos pacientes con más lesiones). La extensión completa de la articulación se obtuvo en todos los pacientes y se logró la flexión completa en un 84% de los pacientes.
En general, si la diferencia clínica mínima en el IKDC (índice con el que se mide la mejoría en diversos ámbitos de la calidad de vida), en los pacientes es de 16,7 puntos a los 12 meses de una intervención, con la técnica ICC, el IKDC basal de los pacientes a los 12 meses era de 26,3, por lo que la mejoría es indiscutible.
Durante el estudio, tras hacerles una resonancia magnética a los 6, 12 y 24 meses, se ha observado que los pacientes presentan una integración del injerto muy buena que mejora con el paso del tiempo. Sin embargo, mostraban menos edemas óseos de afectación del hueso subcondral. La explicación más probable de puede deber a que tras el implante, se cuenta con mayor concentración celular, lo que permite la obtención de un mejor tejido que trasmite menos las cargas al hueso subcondral.
En el tiempo de realización del estudio, no se dieron casos de fallo de injerto ni de infección o trombosis. Pero se detectaron ocho casos de artofibrosis por adherencias, a los que se les sometían a una cirugía artroscópica para realizar un second look. De estos 8 pacientes, uno mostró un mínimo abombamiento del cartílago y otro, un desprendimiento parcial del implante tras 10 meses de evolución. Las reparaciones se dieron con éxito en el 82% de los casos.
Por lo tanto, este estudio, y así lo mantuvo la Doctora Guillén, demuestra que la técnica ICC es eficaz para el tratamiento de los daños del cartílago mayores de 1,5 centímetros cuadrados en la rodilla. Y, además, reduce el dolor, el derrame articular y aumenta significativamente la funcionalidad de la articulación.
Para demostrar la aplicación del ICC en el tobillo, la doctora presentó, posteriormente, un estudio prospectivo de lesiones condrales y osteocondrales de astrágalo. El estudio abarca a 24 pacientes menores de 55 años, 14 varones y 10 mujeres que presentaban una lesión condral de grado III. Trece de los casos contaban con cirugías previamente, la mayoría, microfracturas. El tamaño de las lesiones era de una media de 2,09 centímetros cuadrados.
Se demostró finalmente que la funcionalidad el tobillo mejoró en los pacientes significativamente un año después de la operación: todos mostraban una mejoría de la funcionalidad de la articulación. Tan solo, se dieron dos complicaciones: una molestia de material y otro caso de persistencia de síntomas en un paciente que había sido operado cinco veces anteriormente.
Definitivamente, La Doctora Guillén demostró, ante sus asistentes, la eficacia del ICC para tratar las lesiones de cartílago articular y cómo, ante todo, el implante de condrocitos supone una mejora en la calidad de vida de los pacientes.